PENUMBRAS





Todo , dentro de mí, desordenando,
todo, fuera de mí, pura armonía,
en mi fondo la noche envidia al día,
que al exterior la ignora , ensimismado.

Tal vez soy, más que infausto, afortunado,
porque el desorden es pasión; podría
la concordia ser muestra de  apatía,
y la noche es del hombre enamorado.
¿ Para qué el equilibrio rutinario ?
El día , ¿ Para qué, si es tan precario
su tráfago de luces y rumores ?

Dadme el caudal anárquico nocturno,
dejadme devorar, como Saturno,
a estos hijos que engendran mis amores.

( francisco álvarez hidalgo , los ángeles , marzo del 2004)





















 







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